Sin duda alguna los tiempos están cambiando. Con la aparición del virus pandémico COVID-19 y las restricciones a la circulación con las distintas etapas de cuarentena que han pasado a lo largo de todo el mundo, el hecho de buscar soluciones online a las situaciones de todos los días está más presente que nunca. Y al parecer es algo que ha llegado para quedarse.

Uno de los ámbitos más afectados por toda esta situación pandémica es el de la educación. Ya sea pública o gratuita -algo que podríamos debatir en otro artículo-, la educación sufrió un gran golpe durante el año pasado 2020.

Son muy pocas las escuelas y los ámbitos educativos en general que no sufrieron modificaciones en sus ciclos de enseñanza. Muy pocos. Casi el cien por cien se vio afectado de alguna u otra forma, siendo la principal el hecho de que las personas, tanto los alumnos como el personal, no podían asistir al establecimiento.

Dentro de las soluciones para combatir esta problemática tan aguda, es que surgieron de la mano de la tecnología las clases online. Esta modalidad no solo se aplicó para alumnos de ciclos escolares o secundarios, sino también para los altos estudios, los posgrados, las maestrías, y todo tipo de enseñanza. Hasta para los cursos prácticos.

Formarse dentro del hogar

La situación antes descripta hizo que por motivo de fuerza mayor, todas las personas que estaban cursando algún tipo de enseñanza, tuvieran que adaptarse a la formación desde el hogar, con todo lo que eso implica.

Al principio parecía algo más bien sencillo y hasta cómodo. Puedo ir a clases desde la cama, puedo estar en pijamas en el comedor mientras aprendo, puedo hacer cosas de la casa mientras escucho las lecciones. Todas parecían ventajas.

Con el tiempo y la prolongación de esta modalidad, los mismos alumnos se han dado cuenta que no todo era color de rosas y que la situación por momentos se volvía insostenible. Es que los ámbitos educativos, además de ser centros de enseñanza, son centros de contención social, en donde la persona puede estar rodeada de sus pares y no solo aprender, si no que también ser un ser sociable con todo lo que ello conlleva.

Requisitos para formarse en el hogar

El estudio en casa o a distancia puede ser muy buena opción, pero debemos tener en cuenta que hay que cumplir con ciertos requisitos mínimos para desarrollar esta actividad. Como mínimo una conexión estable a internet y un dispositivo para acceder al contenido.

Lo ideal es contar con una computadora -ya sea de escritorio o portátil- que tenga una cámara web y un micrófono, elementos indispensables para participar activamente de las actividades online de la enseñanza.

Con el comienzo de la pandemia y la imposición de esta modalidad por causas de fuerza mayor, hubo muchas personas que estuvieron limitadas a formarse desde casa por el simple hecho de no contar con los elementos necesarios. Principalmente esto ocurrió en barrios más humildes, donde las personas tuvieron que reunirse para asistir a clases entre varios alumnos desde un mismo ordenador -poniendo en riesgo su salud- o incluso hubo varias familias que tuvieron que solicitar un préstamo rápido para poder adquirir los equipos necesarios y evitar la pérdida de clases.

Sea cual sea tu situación, ten en cuenta que formarse desde casa en una excelente oportunidad si te organizas bien para aprovecharla y cuentas con el equipo necesario.