Ninguna sociedad humana de una línea histórica se ha comportado de la misma manera. Es natural  desde que el hombre vivía en las cavernas hasta que se construyeron grandes civilizaciones hayan sucedido cambios a nivel del pensamiento, de las necesidades, de las formas de ver la vida.

La humanidad se ha caracterizado por evolucionar su pensamiento y hacerlo notar en estructuras, en ideas, en cambios. Pero esta sociedad que se encuentra en pleno desarrollo tiene un papel crítico en la continuidad de la humanidad. Muchas de las acciones que se tomen en este presente definirán si seguirá existiendo un futuro para la humanidad.

Esta sociedad que ha logrado lanzar cohetes fuera de este planeta para explorar el espacio es la misma sociedad que ha contaminado sus mares con desechos tóxicos, es la misma sociedad que todavía sigue comercializando armas para matarse porque es un negocio lucrativo. Esta sociedad que en su gran mayoría vive en democracia es la misma que evidencia como persisten regímenes totalitarios que son un enemigo para la libertad. Esta misma sociedad que ha creado energías sustentables que no contaminan, todavía no termina de limpiar la toxicidad que aún permanece en el ambiente producto de las energías contaminantes. ¿Qué le espera a las nuevas generaciones?  ¿Cómo debe ser el pensamiento de la generación de relevo?

Desarrollar el pensamiento humano es una tarea delicada, pues con anterioridad se creía que desarrollar el pensamiento humano era llenar una cabeza de ideas ya existentes de cuáles eran las reglas que debe seguir todo hombre por convicción. Es decir no se propiciaba la capacidad personal de cada quien de ir construyendo su propia verdad.

Esto genero por mucho tiempo mantener el pensamiento conservador, no resulta malo del todo si vemos que en este tipo de desarrollo del pensamiento se introducen también elementos vitales para la sociedad moderna como las leyes cívicas, lo que está bueno o lo que esta malo, el respeto a la vida, la idea de que el estudio nos hace más capaces, fomentar el respeto hacia los padres, el respeto por los mayores, la obediencia civil. Pero es esta ultima la que puede que sea un arma de doble filo, la obediencia civil es una manera de disciplina extrema si no se trabaja de manera adecuada.

No hay que olvidar que los cambios bruscos o crisis humanas que provocaron cambios mundiales de ideas, dogmas, y formas de vida fue gracias a la desobediencia civil. Es porque ese espíritu natural en cada ser humano de anhelar la libertad permanece siempre presente en la gran mayoría de los hombres y mujeres de cualquier nación.

Gracias a ese espíritu de rebeldía se lograron erradicar sistemas de gobierno, creencias, dogmas que no resultaban positivos para el desarrollo saludable de la humanidad. El pensamiento individualista es el que termina muriendo frente a la necesidad de socializar de la humanidad, estos grandes cambios siempre han buscado no solo una mejora personal si no un bienestar colectivo.

El ser humano poco a poco se ha dado cuenta que pasar ser feliz primero tiene que ayudarse personalmente pero que si no pensamos en el prójimo no existe progreso alguno que defender.

La importancia del pensamiento en las nuevas generaciones

Hoy la realidad mundial es más pacífica a pesar de que existen focos de violencia en diversas partes del mundo, hoy el mayor porcentaje de la población mundial parece tener una visión humanista de construir un mundo mejor para todos.

A las nuevas generaciones debemos exigirle mantener un pensamiento crítico y autónomo. Tienen que ser capaces de innovar con nuevas ideas para seguir participando en la construcción de un mundo más próspero,  un mundo donde la equidad tenga un papel relevante.

Las nuevas generaciones deben tener un pensamiento escéptico no pueden pegarse en su totalidad dogmas o verdades absolutas. Deben ser capaces de poner en duda toda verdad que no esté resultando en su totalidad beneficiosa para la humanidad. A la vez tiene que mantener la disciplina para poder diferenciar que es lo justo y que no lo es.

Debemos crear un pensamiento basado en el humanismo pacifico pero que no se entienda como pacifista el dejarse amedrentar cuando se trate de perjudicar la paz, debemos crear hombres y mujeres que entiendan la importancia de la naturaleza que comprendan que la naturaleza puede vivir sin el hombre, pero que el hombre no puede vivir sin la naturaleza.

Hombres y mujeres que quieran progresar, que tengan las ganas de trabajar en la vocación que cada uno escoja, que puedan ser capaces de reconocerse a si mismos sus habilidades y destrezas para que puedan desenvolverse en un campo de trabajo determinado con la mejor eficiencia, que entiendan que la acumulación de capital es importante y ayuda a vivir mejor, pero que si esa acumulación del capital esta perjudicando a otros no vale la pena conseguir un dinero que en vez de mejorar la vida, daña la vida de alguien más.

Debemos desarrollar una generación soñadora que no tenga limites a la hora proponerse metas, proyectos u objetivos, una generación valiente que no tenga miedo al cambio que viva en constante cambio una generación en armonía con las leyes universales de expansión infinita del cosmos.

Una generación  prudente en cuanto a decisiones pasionales, pero inteligente en cuanto a decisiones estudiadas, una generación que entienda que aunque los demás sigan fallando no pueden decaer y deben ser el ejemplo de los que siguen creyendo en que podemos construir un mundo cada vez mejor

Esta generación ya existe, basta con ver cualquier niño de hoy en día que ya tienen la capacidad de crear sus propias interrogantes a la vez que buscan respuestas. Hoy los niños parecen venir con pensamientos pre-grabados en sus genes de todo un mundo de avances del pensamiento filosófico de la historia humana.

Nuestro deber es permitirles desarrollar al máximo esas habilidades cognitivas ese pensamiento crítico que creara  diversos pensamientos que ayudaran a la propagación de ideas innovadoras, dejar de seguir defendiendo dogmas políticos, religiosos o científicos que puedan regular la verdadera libertad.

Debemos apoyar a los niños sin caer en el error de malcriarlos para hacerlos menos capaces, debemos darles disciplina para el mejoramiento continuo, debemos hacer que se esfuercen siempre más porque cada día serán más capaces que ayer, debemos ser el pilar que sostenga a esos jóvenes que serán el mundo prospero.